Embalse de Alcántara – La Calzada de Béjar

Anoche me acosté pensando si levantarme pronto y desayunar tranquilamente o levantarme el último y desayunar tranquilamente con lo que me hayan dejado.

La decisión es bastante fácil: a sobar y en despertarme me he despertao, sabiendo que a las cinco y media o, como mucho, a las seis estaré despierto porque es lo que viene ocurriendo la mayoría de los días. Soy de madrugar.

Pues eso… a las seis estoy danzando por el albergue.

Desayuno dos veces tranquilamente, por los días que no he podido desayunar y salgo fuera a fumarme el cigarrito matinal. Aún no son las siete y hace bastante fresco.

Vuelvo a mi cuarto. Recojo todo. Saco la bici fuera del albergue y monto en ella las alforjas.

Ya estoy listo para marcharme pero aun está esto más negro que el sobaco de un grillo, me siento y espero a que haya luz. Me gusta ver como se hace de día.

A las ocho el resto de inquilinos ya se han marchado. A las ocho y cuarto empezaré a subir la cuesta que me lleva del albergue a la carretera. Por la carretera iré hasta Cañaveral.

La niebla cubre el embalse. Hoy tiene pinta de que va a ser un buen día.

Donde el embalse ya no tiene agua aparece esto:

En el embalse de Alcántara

Comienza la subida a Cañaveral y enseguida comienza a sobrarme ropa. A Cañaveral llego en un momento y en el mismo momento me voy.

La ruta deja la carretera por un camino que sale a la izquierda, esto ya es una cuesta arriba algo seria. Paso junto a una ermita, junto a la fuente de la República (Salud!!) y esto cada vez está más empinao y más roto. Hay un tramo que hago empujando y termino llegando arriba.

Me pongo algo de abrigo y comienzo una bajada bastante divertida, que dura muy poco y que me deja delante del famoso «garito». Tenía entendido, no se porque, que al antro se llegaba en subida y yo he llegado en bajada.

El track me lleva por la puerta del garito pero yo paso y doy un pequeño rodeo por la rotonda que hay delante retomando el track en la otra punta del parking del antro, no sea que pase algún conocido y cuando vuelva a Alicante me estén esperando con la cantinela de «con que al Camino de Santiago ¿eh?…¿desde cuando hay puticlus en el Camino de Santiago?»

Vaya!!! Una cancelita, cuanto tiempo…

Abro/cierro y sigo. De repente estoy en uno de los parajes más bonitos de toda la ruta.

Eso sí: esta to lleno de boñigas de vaca, pero no hay moscas, se ve que con el fresco no actuan. Pues voy a fumarme un cigarro, es un buen sitio pa estar un rato.

Ya está bien de romanticismos, a seguir. La historia sigue con lo de abrir/cerrar cancelas y ya voy teniendo hambre.

Llegado a un punto del recorrido por ese paraje veo un cartel en el que desvían a las bicis hacia la derecha, delante hay un pequeño vado en el que hay que bajar un par de peldaños, pasar bajo un hierbajo de pinchos y volver a subir lo bajado antes pero por el otro lado del hilillo de agua. En el cartel también decía algo de «Grimaldo 1 km, bar», no se con seguridad si era un 1 o un 10.

El caso es que pienso que el camino me llevará al bar y sigo a lo mío, esto es avanzando por el alcornocal y abriendo/cerrando cancelas. La gracia de las cancelas es que en la mayoría de los casos no hay nada cerca para apoyar la bici antes de abrir y antes de cerrar, o sea la maniobra es: deja la bici en el suelo, abre, coje la bici y pasa, deja la bici en el suelo, cierra, coje la bici y sigue, ja, casi na.

Cuando ya ha pasado un buen rato, vamos una hora, y distraido con el paisaje y «el baile de la cancela» (porque esto es un baile aunque nadie se haya percatado hasta ahora), caigo en lo del bar, «¡¡Coño!!, no se si ponía uno o diez quilómetros pero en una hora más de diez he hecho seguro ¿dónde esta el bar de las narices?». Y así, con esta pelea interna llego a una cancela que me dice que me vaya para Río Lobos y que me quedan cuatro quilómetros  ?¿?¿?¿  Me he saltado un bar entre tanta cancela.

He llegado a pensar que a unos metros a la derecha o a la izquierda de cada cancela hay un paso abierto y lo de las cancelas es una camara oculta y hay por ahí alguien descojonao viendo pasar a los pringaos de las bicis, porque la maniobra de los peregrinos es mucho más sencilla: abro, paso, cierro y sigo.

Bajando a Río Lobos

Bajando a Río Lobos

A Río Lobos llego en un momento. Doy con un bar, son cerca de las once. Entro, le pregunto al camarero si puedo comer algo y aquí también entienden lo mismo que en Andalucía por «comer algo», no entienden que puede ser unas tapas o un bocata, pero bueno en este bar el camarero no me dice que no ni me manda a una tienda. Me ofrece un plato combinado de patatas, un par de huevos y lo que quiera de compañía. Joder!! No voy ni a discutir, ni a proponerle otra cosa. Pues vale, quiero patatas, dos huevos y jamon a la plancha vuelta y vuelta, unas olivas y una jarra de cerveza de medio kilo. Toma, por no ofrecerme unas tapitas normales y corrientes.

Que eficiencia, no han pasado ni diez minutos y ya tengo la fiesta en la mesa. A meterle mano, que almuerzo más rico. Otro cervezón más me hare y el clasico cortado con su cigarrito. Cuño y a seguir. Todo es carretera hasta Carcaboso pasando por Galisteo.

¿A quién me encuentro saliendo de Río Lobos? ¡¡¡AL ALEMÁN DEL ALBERGUE DE TRIANA!!! ¿Qué haces tu por aquí ya si empezabas en Alcuescar? Le deseo un Buen Camino, me hace un gesto con la cabeza como que siga yendome a cagar, jajajajaja, (mis ronquidos se le han quedao grabaos a fuego) que rencoroso eres jodío, y me marcho cavilando si es posible que hay podido llegar ya hasta aquí sin utilizar ningún «método alternativo». Al medio minuto dejo de darle vueltas al asunto, es problema suyo, no mío, además que no soy capaz ni de pensar, el cerebro lo tengo seco, esta toda la sangre en el estomago trabajando a marchas forzadas para asimilar el atracón que me acabo de pegar.

A Galisteo no subo para volver a bajar por el lado contrario, este pueblo pasa a formar parte del club de pueblos ignorados por mi en las rutas jacobeas junto con Portomarín.

Galisteo

Galisteo

Sigo por carretera hasta Carcaboso pasando por Aldehuela del Jerte, hay que ver como caen los quilómetros por la carretera y si además hace un día de puta madre, el paisaje es precioso y el estómago está más contento que un premiado de la primitiva… ¿qué más se puede pedir?

Por Carcaboso paso porque el recorrido pasa por el pueblo. Pero no necesito nada, se que ahora tengo un tramo largo en el que no hay nada, bueno el doble: nada de nada.

Salgo de Carcaboso y empiezo a subir por una pista ancha, embelesado con las bestias que hay a la izquierda del camino justo después de la última casa en la que hay un perro rompiendo la armonía del momento, sigo recto por el mismo camino y ya pasado un buen rato miro el GPS y ¡¡¡JODER!!! Me he vuelto a pasar el track por el forro. Venga, p’atras a volver al recorrido, al igual que la otra vez entre Almadén de la Plata y El Real de la Jara, la orejada ha sido cuesta arriba con lo que mucho no me habré pasado y volver al recorrido me costará poco, no quiero pensar si la orejada fuese cuesta abajo y me tocase remontar tres o cuatro quilómetros para remediar la equivocación, bufff….

El desvío está justo frente a la casa del perro cansino, que cabrón el puto perro, sus ladridos me han distraido de mi faena.

Bueno ya voy por el sitio correcto. Vaya!!! Una cancela!!! Curioso artefacto, me cago en to lo que se menea, ¿no han habido bastantes esta mañana? ¿esto qué es el postre? Esta ya es la leche porque además haces toda la maniobra y para cerrarla tienes que hacer como los toreros valientes: dejas la bici en el suelo y le das la espalda a las bestias, que estan a escasos metros tumbadas al sol o pastando y algunas mirando como haces el canelo. Cierro la cancela con una pierna flexionada, porque como oiga a una bestia murmurar pego un salto y le dan por culo a la bici.

Me doy la vuelta y ni un bicho se ha movido de su sitio ni de su posición, que bien viven.

Me da la sensación de que he hecho el atontao dándome la vuelta por la equivocación. Este camino va paralelo al otro pero por el otro lado de la colina. Termino desembocando en una pequeña carretera asfaltada, miro el GPS y en efecto el otro camino desemboca en la misma carretera justo a escasos doscientos metros de por donde yo he salido.

Una flecha me saca de la carretera por la derecha. Allí hay una puerta inmensa cerrada con un pedazo de candado de la hostia. ¿Tengo que pasar la bici por encima? Lo que me faltaba, esta es la cancela perra. Me llego a cabrear y todo y en una de esas veo que la parte derecha del pedazo puerta es una puerta pequeñita que esta abierta, jajajajaja, aún está toda la sangre en el estómago. Venga pa dentro, cojones.

Un repecho un tanto caprichoso y…

La sonrisa me llega de oreja a oreja, no puede ser, que pasada de rincón.

¿Rincón? El paseo por el paraje este me lleva un buen rato, algunas horas, no lo tengo claro pero por lo menos entre dos y tres horas seguro, el caso es que me da lo mismo.

Por el senderito ese se avanza bien, la pena es «el baile de las cancelas». ¿He explicado en que consiste este famoso baile?» Ahí va: vas pedaleando, llegas a una cancela, dejas la bici en el suelo porque no hay nada cerda donde apoyarla, vas a la cancela, la abres, cojes la bici, pasas, la vuelves a dejar en el suelo porque sigue sin haber nada cerca donde apoyarla como es debido, vuelves a la cancela, la cierras, vuelves a por la bici, te montas y continuas.

¿A qué se hace pesado que vuelva a explicar en que consiste el famoso «baile de las cancelas»? Pues te jodes, porque no veas lo que jode llevar a estas horas unos 1800 «bailes de la cancela».

Lo dicho: menos mal que el senderito está en buen estado a pesar de las últimas lluvias, hace un día estupendo y el paisaje es la rehostia, si esto te pilla en medio de un desierto te cortas las venas con un disco de la bici o a bocaos si hace falta pero allí terminan tus días.

Esto ya es el colmo

Esto ya es la hostia!!!

Para colmo al ir a dejar la bici en el suelo al comienzo de «un baile de la cancela» (el baile número 1948) se resbalan las dos ruedas y me clavo el plato grande en el tobillo izquierdo, venga ahora además del «baile de las cancelas» también tenemos sangría a gogo, ¿será posible? Menos mal que aún así esto está siendo un día cojonudo, no quiero pensar como podría haber sido un mal día…

Bueno como llevo medio botiquín que compre en Guillena en encontrar un sitio con menos boñigas parare a curarme. Dicho y hecho, el senderito desemboca en una carreterita y continua por el otro lado de la misma. Allí hay una casa, con las gallinas sueltas y un cartel que dice «Ventaquemada». Delante de la casa y junto al camino hay dos pedruscos que me van a venir bien para montar el hospital de campaña.

Limpio aquello un poco con agua oxigenada y betadine y así se queda porque en el tobillo no va a haber aposito que quede bien pegao. Mientras estoy ahí de matarife aparecen unos guiris por el senderito, tres hombres y dos mujeres que entre los cinco estarían cerca de los cuatrocientos años

?¿?¿?¿?¿?¿?¿

¿Y estos? ¿de donde han salido si hoy solo he visto al alemán rencoroso? Estarían haciendo un «trenecito» escondidos en algún rincón idílico del paraje que acabo de dejar atrás, es lo que tiene ir caminando que no se te escapan parajes que en la bici al ir algo más rápido pasan desapercibidos. Es la primera idiotez que se me pasa en ese momento por la cabeza.

Venga, voy a dejar los pensamientos X para otro momento y a continuar. El «baile de la cancela» no tiene pinta de que vaya a acabar pronto. Hasta que llego a una cancela y al otro lado hay un enrejado de esos que ponen para vallar una obra. Esto me suena. Al terminar el «puto baile» monto en la bici y delante tengo el famoso arco de Cáparra.

Esto me produce la misma sorpresa que lo del garito de chicas que fuman de después de Cañaveral. Del garito pensaba que se llegaba en una cuesta p’arriba infernal pues así lo entendía despues de todo lo que había leído hasta ahora de este recorrido ya que llegaban al antro muertos de sed y destrozaos de la subida, así como viendo las fotos del arco este en distintos blogs que relatan las vivencias de sus autores por la Vía de la Plata deducía que aquí se llegaba despues de una recta pestosa e infernal pues todo el mundo relataba que llegaba aquí hecho polvo y muerto de sed.

Me cago en la leche!!! Para mi que lo recorrido esta mañana hasta el desvío a Río Lobos y el recorrido de Carcaboso a aquí es lo más bonito de la Vía de la Plata. Bueno el recorrido entre el Parque El Berrocal y la «nave espacial» que hay antes de Monesterio, en la venta El Culebrín, tampoco es para olvidarlo. Bueno y entre Mérida y Alcuescar tambien es precioso el recorrido. Vaya, casi mejor olvidar el recorrido entre Fuente de Cantos y Mérida y termino antes. Pero lo de hoy se lleva la palma, bueno… no se, quizás han faltado unos ciervos berreando para redondear el panorama y de estos si habían a partir de Almadén de la Plata, pero en Almadén de la Plata hacía mucho más calor que por aquí y el día a pesar de soleado no era tan agradable como hoy y de Mérida a Alcuescar además del barro sufrí la invasión de las hormigas aladas. Qué pesao ¿no? Pues imaginaos las cancelas lo pesadas que se me han hecho, jajajajajajajajaja.

De repente se ha acabado el senderito. Unos notas que van caminando, unos mamones diría yo, me cierran en las narices la ¿última? cancela que me separa de una carreterilla asfaltada que me llevará a Aldeanueva del Camino, asi tengáis ardor una semana entera, perros.

Llego en un momento a Aldeanueva del Camino, el paseo de hoy bien merece unas cervezas. En el bar solo tienen botellines, quintos que llamo yo. Cuatro caeran con unas cortecitas y unos cigarros. Mientras llegaba aquí observaba un nubarron encima de las montañas que tenía a mi derecha. Pues el nubarrón ha dejado un chaparroncillo mientras me tomaba la segunda cerveza, lo cual me obliga a continuar mamando mientras escampa, no tarda mucho.

En el bar hay un montón de hombres mayores jugando a las cartas. Al ir a salir del bar para marcharme a uno de ellos, el más mayor diría yo, se le «cae una bolsita de basura» y a mi se me escapa una carcajada, jajajajajajaja, se ha rilao el abuelo, jajajajajajaja, uno de los que hay allí dice «¿se ha cagao el tio… (no recuerdo el nombre del abuelo)?» todo el bar ríe a carcajadas, yo también. Con dos cojones abuelo, el que no paga alquiler a la calle.

Vamos a Baños de Montemayor, planteandome ya el terminar la jornada.

Llego a Baños de Montemayor, subo hasta el albergue siguiendo las flechas y está cerrado, pues ya son horas de que estuviese abierto. Hay un teléfono en la puerta para que acudan a abrirme, si está cerrado es que aquí no hay ni Dios hoy. Pues me largo.

Albergue de Baños de Montemayor

Albergue de Baños de Montemayor

Pues me voy para el Puerto de Bejar.

Pedazo de rampa que hay después de Baños de Montemayor por la calzada romana esa. Lo del embalse de Proserpina es cosa fina (que bien me ha quedao) pero para pavimentar no eran muy hábiles los pecholata aquellos.

No me lleva mucho llegar al Puerto de Bejar, menos el pedazo de la «autopista» romana y un pedazito que hay al otro lado de la carretera el resto es por asfalto hasta aquí:

Aquí me vuelve a ocurrir lo mismo. Pienso que detrás de esto comienza el pueblo, pero no hay nada. El camino llanea un poco, cruza una carretera y se aprecia que empieza a descender… ¿y el pueblo? miro para todas partes y lo veo. Está al otro lado de la autovía en la ladera de la montaña. Pues yo tenía intención de intentar dormir allí. Allá que voy.

No veas la paliza de subir a estas horas hasta lo más alto del pueblo para no encontrar ni un bar abierto. Doy con una tienda, entro a comprar agua y de paso a preguntar si hay aquí algún albergue o algo donde dormir. Me dicen que el albergue lo he pasado que esta antes de donde he visto el cartelito de la Vía de la Plata en el muro de la casita (el de la foto) y que el resto de alojamientos son casas rurales poco económicas. Compro un par de botellas de agua, una tableta de chocolate y a seguir. Bajo todo lo subido, cruzo otra vez por debajo de la autovía y vuelvo a retomar el camino donde lo he dejado hace un rato. Esto tiene que haber sido la propina por un día tan chulo.

Pues a Calzada de Béjar, p’atras ni pa tomar carrerilla. Una buena bajada que termina enseguida. Un puente y al otro lado una carreterilla. Miro el GPS, ya no son horas para equivocarse y aparecen unos ciclistas. Me preguntan si voy a Calzada de Bejar y al contestarles que sí me dicen que vaya por la carretera que el camino está muy mal por las lluvias. Faena que me ahorro, yo les iba a preguntar si por esa carretera iba bien para ir a Calzada de Bejar.

No es una subida pa volverse loco, por lo menos por la carretera. Llego rápido al pueblo. Y voy directamente al albergue «Alba y Soraya».

Aquí hay gente, hay ropa de peregrinos tendida y también hay ropa de algún ciclista.

Conforme llego sale la hospitalera. Hay sitio para dormir, para guardar la bici, dan cenas y desayunos. Joder!! Esto es un completo en el mundo peregrino. Gracias. De aquí no me muevo hasta mañana a la hora de partir.

Mientras me estoy cambiando después de ducharme escucho a alguien con acento argentino que está diciendo que vive en Alemania pero su hermano vive en Ibi (cerca de mi casa) y el otro le dice «pues yo vivo en Jijona» (entre Ibi y mi casa). Pues salgo yo y le digo «pues yo vivo en El Campello». Pa cagarse, ni nos conocemos y seguro que hemos coincidido en algún bar de Jijona mamando cervezas, seguro, de jovenzuelo iba yo bastante por allí.

El albergue tiene dos cuartos. El jijonenco y yo compartimos cuarto. Cenamos juntos en el albergue. Mientras cenamos llegan los que viajan también en bici. Ellos no saben que yo también voy en bici y no se lo voy a decir, no me gustan las conversaciones ciclistas.

Terminamos de cenar y salimos fuera, yo a fumarme un cigarro, o los que hagan falta, y el jijonenco se fuma un condimentao de hierba, jajajajajaja, que pestuzo más bueno echa eso, porque me quite hace ya tiempo pero de buena gana me chafaba medio cañón. Como buen «canutero», que diría mi suegro, me pasa el «cigarrito», no, no fumo, gracias.

Volvemos dentro que hace bastante fresco. En efecto, los de las bicis ya están a lo suyo y no falla: siempre hay uno que es el que más sabe y el resto escuchan. Se han conocido en el camino. Vaya ganas de aguantar a un peñazo así que to lo sabe. Mañana me tengo que escaquear de estos como sea.

Al sobre.

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